Cansada

Tengo sueño siempre y me duermo en todos lados :S

La historia no ha cambiado desde hace unas semanas. La última vez hablé de mi oración (o dirían por ahí "mi lloración") y después de eso: nada... out.

La situación se agravó un poco pues desde hace 15 días me llamaron para un proyecto especial en el trabajo: reclutar toda una plantilla de trabajadores por apertura de un nuevo centro de trabajo. ¡Genial! Pero eso... es otra historia. El punto es que ahora me tengo que levantar de madrugada y salgo de mi casa antes de que salga el sol y regreso a ella cuando el sol ya se fue a dormir; y córrele que te alcanzo para la iglesia: que si el discipulado, que si clases de canto, que si el ensayo... uff!! Todo me gusta, todo es necesario, pero no todo se puede :(

Algo que realmente disfrutaba era ser un tipo de directora de alabanza en el culto de jóvenes. Ahora ya no puedo llegar :(

Es difícil cuando todo lo que tienes que hacer te gusta y a la vez no puedes hacer todo lo que te gusta -El que tenga oidos, oiga- ¿Qué hacer cuanto tu pasión se vuelve carga?

El colmo es cuando además, debo lavar la iglesia porque no pude escribir mi biblia y eso ...¿habla de mi vida espiritual?... en fin.

Hace tiempo que dije que sólo estaba esperando el momento en que Dios nos dijera que mucha iglesia, pero nada de El; y bueno, el tiempo llegó...

La semana pasada Dios habló y fue grave lo que dijo, básicamente que nos hemos apoyado en nosotros y a Él ni cuenta nos dimos cuando lo dejamos de lado y que ya nadie pasa tiempo con El. UFF!! Tan fuerte y grave como cierto!! Yo no pienso esperar a que venga una llamada de atención más fuerte. Yo prefiero obedecer a la primera y a la buena... más vale. Que si fulano o que si mengano, lo siento: primero es Dios.

Así que ya tengo mi discurso mental, o por lo menos los puntos principales subrayados para hablar en la junta semanal. El pastor predicó sobre responsabilizarnos, bueno, pues aquí les voy. No voy a decir que muy valiente ni mucho menos, pues estoy nerviosa, pero si bien Dios me ha enseñado a ver lo que hay en Su corazón, no puedo fingir que no sé y no oigo y no hacer nada. Luego la demanda vendrá sobre mi. Así que Señor, sabiendo que tú eres mi auxilio, mi ayuda y reposo, respalda mis palabras con tu autoridad y dame la confianza para saber que como siempre, lo que hablo no sale de mi, sino de Ti. Te amo. Amén.