domingo, 20 de diciembre de 2009

•◘ Siguiendo el programa


¡Qué importante es para el director de alabanza y los músicos adquirir esa sensibilidad para entender hacia dónde nos quiere llevar el Espíritu de Dios!



La semana pasada escuché una frase que fue digna de ser anotada en el margen de mi hoja de estudio: "No se puede dibujar lo que nunca se ha visto"; y ciertamente le he encontrado muchísima aplicación a esta frase. En este caso creo que aplica muy bien si hablamos de que no podemos pretender llevar al pueblo de Dios a Su presencia si no conocemos el camino y nunca hemos estado allí. Aunque definitivamente hay casos donde se ha llegado del punto A al B nomás "de pura chiripa" cuando por alguna razón Dios se agradó de lo que hicimos, de que teníamos una actitud y una disposición correcta del corazón. También es muy cierto que a veces conocemos el destino y el camino para llegar pero las circunstancias nos impiden mantener el rumbo. Eso fue lo que pasó hoy.



A raiz de la puesta en vigencia del reglamento de l grupo de alabanza, no me tocó ministrar el día de hoy porque no fui al ensayo del viernes (y el que no ensaya, no ministra). Aunque me encanta super fascina ministrar la alabanza tambien disfruto mucho del tiempo donde me toca quedarme como una congregante más a recibir y llenarme de El, sabiendo que en una de esas, Dios me muestra algo o me usa para la necesidad de alguien más, así como hoy.



Tenemos un reacomodo de músicos y coristas y ahora contamos con el piano y la segunda guitarra ha pasado a ser la primera. Como todo, los primeros "pininos" cuestan trabajo, entre los nervios y la concentración para no equivocarse -- estamos en vivo señoras y señores, todo puede pasar-- Así que para disminuir esos errores y tratando de ofrecerle lo más excelente a Dios pues le hemos metido más ganas a los ensayos y se hace con mucha anticipación la selección de canciones para cada domingo.



Comenzamos el servicio con adoración y comenzó a sentirse una Presencia de Dios especial y seguimos con la alabanza. Para la segunda canción ya había un par de personas danzando en el espíritu y siendo ministradas, para la tercer canción la gente estaba recibiendo muchísimo, los que no danzaban, estaban arrodillados o bricando ya sin sus zapatos; cosa que no se había dado en la iglesia y por la que definitivamente llevamos ya un año orando porque comience a suceder. La libertad comenzó a manifestarse más y más cuando vi que se había dado la instrucción de terminar la canción. NOOOO cómo cortas así de tajo la ministración del Espíritu Santo!!??? eso no se haceeee!!! En cuanto el baterista dió el último golpe al platillo se notó como la gente se desconectó de lo que Dios estaba haciendo y muy pocos continuaron en esa conexión tan especial.



De una canción de gozo, pasamos a una de guerra. ¡Qué terrible es cambiar el sentido de la alabanza!! Si estamos llevando al pueblo al júbilo, no lo llevas luego a la guerra y luego al gozo y de regreso.



Ok, ya estamos en guerra pues a darle! Noté como mucha gente le fue bajando el ritmo y volvió de nuevo a poner los pies firmes y las manos a dar aplausos: Adiós a la libertad.



Inevitablemente comencé a llorar, sentía un enojo, un celo muy grande por la ministración del Espíritu Santo, porque no le dejamos hacer lo que Él quiere y entre lágrimas y tratando de enojarme más como para perderme del resto de la adoración, comencé a orar a Dios y a pedir perdón porque no sabemos distinguir lo que quiere hacer, porque no tenemos esa sensibilidad a su mover, porque no le conocemos tanto como para saber qué quiere y qué le gusta. Mientras le pedía a Dios que nos enseñara a detectarle, que nos diera ese discernimiento, que nos abriera los ojos y diera la sensibilidad, Dios me decía: ORAN PORQUE QUIEREN CONOCER MI LIBERTAD, PERO PREFIEREN SUJETARSE A UN PROGRAMA. Vaya! que terrible! La planeación y la programación a veces nos hace olvidar que el dueño del tiempo es Dios y que puede hacer lo que le plazca, el tiempo que quiera. Se nos olvida que nuestros planes no son más importantes y correctos que los de él.



Mientras seguía luchando con el sentimiento en mi interior, de nuevo Dios me dijo: MIRA, ABRE TUS OJOS, YO DE TODAS FORMAS ESTOY OBRANDO. Así que abrí mis ojos y percibí esa espesura gloriosa, esa presencia fuerte y comencé a ver a muchos inclinados delante de ella, muchos corazones de verdad sumergidos en ese momento. Sonreí y esperé un momento de silencio donde el Espíritu se moviera apacible y todos pudieramos deleitarnos en Él. La música bajó de ritmo y volúmen, todos entramos en solemnidad y justo cuando te preparas a degustar el banquete más delicioso de todos, se escucha en el microfo otra canción, cantada por otra persona, en otro ritmo y en otra intención. NOOOO DE NUEVO NOOOOOOOO no le roben su momento a Dios!!! No puedes pasar de decir "Aleluya a nuestro Dios" a decir "De tal manera me amó". Es, como bien explicó mi mani, como enviar ministración a Dios y luego traerla de regreso a nosotros. De nuevo, cambiamos el sentido de la adoración y arruinamos lo que Dios quería hacer. Y listo, 4 canciones de alabanza, una de adoración cortada y ya fin, que venga la predicación!



Sinceramente fue algo tan frustrante, pero Dios ve nuestro corazón y me envió a orar por una joven en la fila de enfrente. No me mostró sobre qué orar ni lo que tenía que decir, simplemente me mandó y como estoy tratando de obedecerle en el momento que lo oigo y sin dudar, me acerqué a ella. Comencé a orar en lenguas sin dejar de llorar hasta que Dios me dio palabra para ella y comenzó a recibir y a recibir hasta que Dios terminó la obra. ¡Es asombroso ver a Dios obrar!!



Así que no fue todo tan malo, al final pude servirle de alguna forma. Y como parte de mis "ajustes" está el no quedarme callada, fui con el supervisor de la alabanza a contarle todo lo que pasó ese día y terminó encargandome un reporte escrito para presentarlo al pastor y luego me hizo contarle todo a quien dirigió la alabanza.



Resulta que, como dije al principio, todo fue cuestión de las circunstancias que se dieron: el guitarrista no se escuchaba, el teclado entró en un tono diferente, la directora de alabanza se desubicó y desconcentró y además, el pastor pidió que no fuera muy larga la ministración porque nos habían pedido que desocuparamos el lugar más temprano de lo normal, así que por eso todo fue rápido. Vaya!! Creo que necesitamos echarle más ganas a la siembra y oración por tener ya nuestro templo propio y poder explayarnos todo lo que queramos :)



En fin, mañana hablaremos sobre el tema y compartiremos versiones y misiones. Por lo pronto ya me dijeron, en brom espero, que va a ser más seguido que yo NO cante para así poder estar de "supervisora técnica", que porque tal vez y mi verdadero ministerio es de "atalaya" jaja - no me simpatizan - jaja ¬¬



Estamos en el camino, aprendendo a planear sin programar :)

3 efectos secundarios:

Anónimo dijo...

interesante

Dai dijo...

Wow... yo también soy parte del ministerio de alabanzas o levitas y nos ha pasado una cantidad de veces impresionantes lo que cuentas...
Muchas veces! se siente tan fuerte la presencia del E.Santo en medio de nosotros, pero por alguna razón lo cortan y pasan a la siguiente canción. Creo que a ratos, si el Señor ya está obrando con una alabanza, esa misma podrían alargarla y el tiempo que dura la que viene simplemente no hacerla, no?... para recuperar el tiempo, digo yo xD
Pero el Señor tiene maneras y maneras, si el hombre lo corta Él encuentra la forma de obrar en los corazones, no depende de nosotros :) Él hace como quiere :)
Saludos desde Chile, chica mexicana! =)

• Jessie • dijo...

Muy interesante Gustavo... jeje

Andale Dai! Tu si sabes!!! que gusto leer alguien que si entiende de qué se trata esto!!

Estamos pendientes :D

 
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