jueves, 6 de diciembre de 2007

(¯`·.¸¸.·>> La unión de dos pueblos

Bueno pues siguiendo con el tema de Israel, (parece que Dios acomodó todo en estas fechas para enfocar mi lectura y mis experiencias en este tema) hace dos semanas en el servicio del domingo tuvimos como invitado a un hebreo mesiánico -que cosa es eso!!???)- bueno pues son los Israelíes que no sólo adoran a nuestro Dios todo poderoso, sino que también han creído que el Mesías prometido ya vino a la tierra y se llama Jesús. Recordemos que el pueblo de Israel no reconoció a Jesucristo como el Mesías y aun esperan a su salvador.

Para los que son cristianos pueden imaginarse lo que significa y lo hermoso es que alguien del pueblo ‘original’ de Dios también conozca a Jesús como su salvador personal!!!

En fin, yo aun estaba en el altar terminando la ministración de la alabanza cuando el Pastor anunció, mientras este joven entraba a la iglesia, que teníamos un invitado especial. El joven llegó acompañado de otras dos personas. Por sus características físicas la verdad es que yo pensé que era un mexicano pero de religión judía, con sus rizos en las patillas y su ‘gorrito’ y todo el asunto. Se sentó en la fila de enfrente y se quitó los zapatos, inclinó su rostro y comenzó a mecerse adelante y hacia atrás.

Cuando le entregaron el micrófono (después de esperar un buen rato en lo que pasaban el montón de anuncios de las actividades por venir y la ofrenda, etc etc) me di cuenta, por su forma de hablar, que no se trataba de ningún mexicano jiji.

Para ambientar la narración debo decir que desde el inicio de ese servicio se sentía muy diferente la Presencia de Dios, aun ni siquiera comenzábamos y el fuego ya estaba cayendo sobre el lugar. Durante el tiempo de alabanza pasó igual, la Presencia fue espesa y el fuego de Dios cayó poderosamente. Cuando bajé del altar y me fui a mi lugar no dejaba de vibrar, aun ya sentada y dispuesta a escuchar la prédica. Vino el tiempo de la oración por las ofrendas y el Pastor aprovechó para hacer un tiempo de oración de guerra y el fuego se encendió a un más!, el shofar sonó y con cada toque más y más gente caia al piso, yo temblaba más y más fuerte y sólo vi cómo mi hermana de desplomó en el piso. Definitivamente Dios sabía lo que iba a pasar ahí ese día y mejor aún, creo yo que se alegraba de ver a sus dos pueblos unidos... gentiles y realeza... todos juntos adorándole y exaltándole.

Yo creí que la predica sería sobre la restauración del templo o algo sobre los últimos tiempos relacionado con el pueblo de Israel, pero no fue así, el joven habló sobre su testimonio y se presentó. Al principio explicó algunas cosas que sucederían para que no nos quedáramos con cara de “what”, nos explicó que los zapatos se los había quitado porque el entrar en la casa de Dios es pisar lugar santo, así que remueven su calzado tal como Dios le pidió a Moisés que lo hiciera; explicó que usan ese “gorrito” característico, el kipá, porque hace años lo exigían para diferenciar a los judíos del resto; que cuando oraba se mecía adelante y atrás porque al no tener ellos un altar sino que ellos mismos son ese altar, ofrecen esa “ofrenda mecida” que desde el Génesis se relata, así como al leer la Palabra también cubren sus cabezas con un manto.

Hasta este momento todos teníamos los ojos como plato, atentos a cada cosa que hacía, y entonces se comenzó a escuchar una hermosa música hebrea muy suave y él comenzó a danzar y a adorar a Dios con sus movimientos corporales. A los 2 segundos de esto nadie podía dejar de llorar, por lo menos todos los de mi fila llorábamos a mares, era una sensación preciosa, el ambiente era suave, como que se sentía ese amor de Dios tanto y tan fuerte que nuestros corazones no lo soportaban y las lágrimas no se contenían. Toda la congregación sollozaba y algunos otros no dejaban de hablar en lenguas... era hermoso lo que sentía en ese lugar. Mientras eso pasaba y limpiaba continuamente mis ojos de lágrimas pensaba en que estábamos en la Presencia del mismo Dios de la columna de fuego que condujo a los hebreos, ese Dios poderoso que libertó al pueblo de Israel de manera tan sobrenatural, no sé, lo decimos una y otra vez pero en ese momento fue más claro que nunca que mi Dios es un Dios vivo, que es el mismo que abrió el mar, que lanzó la plagas, que hablo con Abraham, con Moisés... en mi mente sólo podía alabar a ese DIOS INVENCIBLE, DE PODER Y MAJESTAD!!!

El joven explicó que cada movimiento que él hacía, digamos “coreografía”, tenía su significado e hizo unos cuantos como pasar la mano de arriba abajo sobre el rostro o señalar al cielo en todas direcciones, entre muchos otros, pero estos dos llamaron la atención de mi familia porque cuando estamos adorando en el espíritu, el Espíritu Santo nos hace hacer estos movimientos, mi hermana hace mucho el del rostro, que significa “lávame y purifícame” y yo suelo hacer lo de señalar a los cielos, que indica que El es el único Dios altísimo sobre los confines de la tierra. Los movimientos son tan iguales que es como si alguien nos lo hubiera enseñado, y efectivamente así es porque el Espíritu Santo nos enseña adorarle y ya que somos Su pueblo también, nos enseña a adorarle como ellos. Increíble!!!!!

En sí el testimonio se resumió a cómo Dios lo llamó desde niño y todo lo que tuvo que pasar al ser lleno del Espíritu Santo entre un pueblo donde esto no se ve y se acusa de ser obra de demonios. El podía ver con sus ojos espirituales ángeles, demonios y aún al Ángel de Jehová, sin saber que era Jesús y que desde entonces le decía que a pesar de que él no le conocía El lo amaba (...más lagrimitas...)

Al final de cuentas en un viaje a México, en un congreso de jóvenes, volvió a ver al Ángel de Jehová que se movía entre las personas ahí congregadas lo cual le sorprendió mucho al punto de preguntar “Qué haces tu aquí? Que haces en medio de los gentiles? Si tu eres sólo de mi pueblo?” para más tarde darse cuenta que ese Ángel de Jehová, era Jesús, el mesías prometido de su pueblo!! Tremendo!

Lo relevante aquí es precisamente eso, la unión de los pueblos de Dios, su iglesia, su amada y del lado nuestro, los gentiles, el agradecimiento porque gracias a que Israel rechazó a Jesús, nosotros tuvimos acceso a la familia de Dios.. Aleluya!!!!!

Como dato curioso, este hebreo es descendiente de la tribu de Benjamín y el autor de la música que trajo descendiente de la tribu de Gad...Wow!!! cómo concebir el tener la misma sangre de Abraham?? Que increíble saber que tienes la misma sangre que José, que Jacob, que Noé!!!!Para cerrar con broche de oro el joven invitó a ministración para aquellos que han permitido y le han dado lugar a pecados que muchas veces son ocultos, que los practicamos cuando creemos que nadie nos ve –como si puedieramos ocultarnos de Dios!!- y que ha provocado que nos alejemos y nos enfriemos poco a poco.... ¿¿¿Está demás decir de la tremenda unción y fuego que había en ese momento???? I guess so!!!
No sé, mi emoción creo viene más bien de ver las cosas a nivel espíritual... lo que espiritualmente está sucediendo en el oriente, lo que representa ser judío y lo que representa ser gentil, no sé.. no sé.. lo que si sé es que Dios hizo algo especial en ese día, no sé si en la demás gente, pero en mi familia si, algo hizo Dios conmigo, me exhortó pero tambien lleno mi corazón, algo hizo Dios con mi papá.. algo cambió en el y desde ese día no es igual... Dios ha prometido y está cumpliendo!! y es que acaso habrá alguna sola cosa que pueda soportar el amor de Jesus sin que cambie en su interior?? Acaso habrá algo que salga igual después de estar en la Presencia del Señor?? Yo creo que no!! Aleluya! Gracias mi Dios!! a ti toda la gloria y la exaltación de tu santo nombre!!

2 efectos secundarios:

azul dijo...

Me he quedado con los "ojos como platos" Me parece estar alli recibendo esa hermosa uncion. gracias por compartir . Es la preimera vez k entro en estos blogs, estoy en el Sur de California.De nuevo gracias y Dios les siga bendiciendo

• Jessie • dijo...

amen Azul
Gracias por venir a visitar mi humilde morada!

 
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