Hay más que decir respecto a Génesis 17. Hemos hablado de las repercusiones físicas y actuales de este pasaje, pero sabemos que la Palabra de Dios se puede interpretar física y espiritualmente, así como todo lo que se ve en lo físico es reflejo de lo espiritual.

Abraham recibe la promesa de tener un hijo pero su esposa es esteril y ambos son viejos...¿Cómo entonces sucederá esto? Abraham no espera ver la acción de Dios y resuelve las cosas por sus propios medios tomando como mujer a Agar porque ella sí puede darle un hijo. La consecuencia de esta acción es que, si bien engendró un varón, este no era el niño que Dios había prometido, fue un hijo concebido en desobediencia a Dios pues no seguía su perfecto plan y la consecuencia de ello es que ese hijo, Ismael, es el padre de toda una nación que actualmente juega en el escenario principal del mundo: Los musulmanes.

Dios es un Dios de promesas y de cumplir esas promesas, es por ello que Dios obra milagrosamente en la vida de sus siervos y Sara le da un hijo a Abraham. Esta historia es un ejemplo claro de que cuando Dios nos hace una promesa, El no se olvida, El la cumple! Aun cuando humanamente es imposible y no podemos ver la salida o la solución a nuestros problemas. Dios solo pide que tengamos paciencia y fé, que esperemos ver cómo acomoda las piezas, cómo obra en nuestro alrededor y cómo transforma nuestras circunstancias. Dios es un Dios de poder y no necesita que le ayudemos a cumplir con lo que prometió. Muchas veces caemos en el error de que con tal de ver esa promesa cumplirse, empezamos a desarrollar nuestras propias estrategias, nuestros propios caminos, empezamos a actuar nosotros dejando de lado a Dios. Que acaso no es El el Dios de gloria que te creó y aun creó los planetas, hizo el cielo y las estrellas?? Acaso hay algún imposible para El? El lo hizo todo porque así lo quiso y no necesito de tu ayuda, ni tus ideas aun cuando crees que es la idea más brillante que has tenido jamás. Generalmente cuando le quitamos a Dios el control de nuestras vidas y lo tomamos nosotros, tomamos decisiones incorrectas, lejanas de la voluntad de Dios y que lo único que logran es atrasar la bendición que Dios nos quiere dar. Si Dios te promete un hijo, no andes por ahí afanos@ buscando cómo concebir; si te ha prometido un trabajo El abrirá las puertas; si tienes problemas en tu matrimonio y Dios te promete la felicidad, no busques otra pareja donde tu crees que serás feliz, ... espera en Dios y El lo hará dentro del matrimonio... en fin, tantas y tantas situaciones en donde perdemos la paciencia y en la desesperación comenzamos a tomar nosotros el control y las decisiones de nuestra vida, evitando que llegue la bendición que Dios ha preparado para ti. Cuanto más difícil parece, cuando más lejana se ve la solución y la salida es cuando más se glorifica nuestro Dios, El sabrá como hace las cosas, pero ten por seguro que sucederá, sólo espera, mantente parado bien firme en el camino, en Su voluntad sin importar que tus ojos no vean la salida, sin importar que parezca que el mundo se viene abajo, sin importar el tamaño de tu problema, o cuantas personas estén implicadas, sin importar que tu mente no alcance a ver la manera de salir, sin importar que parezca un sueño o una locura pensar que todo se solucionará, sin importar nada... El hará!!

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos», dice Jehová. Isaías 55:8